Métodos sencillos para ahorrar dinero

He aquí unos sencillos consejos que te harán ahorrar algo de dinero si actúas con organización y cabeza:

1. Haz una lista con los gastos que tienes cada mes y clasifícalos por orden de prioridad. Resta los gastos que son imprescindibles del total de ingresos y de lo que te queda establece un presupuesto diario máximo de gasto.
2. Evita pagar a crédito; salvo que sea imprescindible. Piensa que todo lo que pospongas tendrás que pagarlo, quizás, en otro momento peor y con intereses.
3. Reduce facturas. Los gastos necesarios (agua, luz, teléfono, internet…) a los que no puedes renunciar sí se pueden reducir. Busca las compañías que te ofrezcan los servicios más baratos o negocia con la que tienes directamente. Muchas empresas (sobre todo de internet y móvil) ofrecen suculentas rebajas sólo por llamar y amenazar con dejar la compañía. 
4. Compra con cabeza y lleva siempre una lista con lo que realmente necesitas. Los gastos del supermercado suelen ser una parte importante de todos nuestros gastos, pero son más difíciles de ajustar que los recibos. Para empezar es decisivo que elijamos comercios que sean baratos. La diferencia de precio entre superficies puede llegar a ser abismal. Para elegir bien basta que compares los productos que compras siempre entre varios supermercados del barrio y elijas el que te ofrezca un mejor precio en conjunto. Harás bien en comprar el pescado en un sitio, y la fruta y la carne en otro. Lo importante es estar atento a los gastos y no conformarse con lo más cómodo.
5. Antes de hacer un desembolso importante (televisor, coche, móvil,...), valora los pros y los contras que te va a suponer ese gasto a corto y a largo plazo. Hay gente que ha cambiado de opinión después de haber reflexionado y valora el no haberse dejado llevar por un impulso momentáneo. 
6. En las rebajas compra siempre lo que necesites y no compres sólo por el gran descuento. Lo importante es que lo que compres te sirva y de esta manera sí que estás ahorrando.
7. El día que no salgas aprovecha para guardar algo (aunque sólo sea 1 euro) en una hucha o bote. Ten la voluntad suficiente para no tocar lo acumulado; salvo para darte algún capricho o necesidad momentánea. Te sorprenderás lo que este sencillo truco puede conseguir.