lunes, 12 de octubre de 2015

Piensa positivamente

Las investigaciones médicas y científicas han concluido que el enemigo más temido para el organismo no son las enfermedades, sino los pensamientos y las palabras de cada día.

El cerebro trabaja constantemente, todos los días del año y a toda hora, no cierra por fiesta ni se toma vacaciones. De entrada, es la computadora que dirige el organismo y regula prácticamente cada una de las funciones del metabolismo y su equilibrio químico. 

Desde el sistema nervioso hasta la actividad sexual pasando por miles de actividades más, el cerebro es el que manda, y está constantemente creando, guiando, regulando, equilibrando y manteniendo todo el organismo a cada momento del día. 
 
La ciencia ha descubierto que cuando se tiene un pensamiento, el cerebro produce sustancias que abren lo que se podría llamar una ventana. Cuando el pensamiento concluye, la ventana se cierra. Por ejemplo, cuando ve a la persona de sus sueños y siente amor, esa sensación increíble que le recorre el cuerpo no es otra cosa que una sustancia química. Cuando se excita sexualmente se debe a que el cuerpo ha liberado otra sustancia química, y cuando ese desgraciado se le cruza de pronto con el coche sin esperar, esa ira que siente, ese ácido corrosivo que aparece en el sistema circulatorio o el estómago, esa sensación, es otra sustancia segregada por el cerebro.

Esas sustancias segregadas por el cerebro se llaman neuropéptidos.

Lo que sabemos hasta ahora es que cuando se tiene un pensamiento, el cerebro produce sustancias que afectan a la persona, y lo que ésta siente es la producción y asimilación de esos neuropéptidos.

La ciencia médica hizo un descubrimiento trascendental en la última década que ha pasado prácticamente inadvertido. Ya sabía que las células del sistema inmunológico, como todas las demás, tienen estaciones de descarga en su membrana para asimilar diversas sustancias. Lo que se descubrió fue que, en la membrana de cada uno de los linfocitos que defienden el cuerpo de bacterias, virus, hongos, parásitos y cáncer; es decir de toda enfermedad, hay un punto concreto de carga que recibe los NEUROPÉPTIDOS.


El sistema inmunológico se pasa el tiempo escuchando nuestros monólogos interiores mientras que ninguna célula ni órgano ni ningún otro aparato del organismo monitorea a otro si no está preparado para responder a la información que obtiene.

El sistema inmune no solo escucha, sino que reacciona al diálogo emocional. El sistema inmune no solo escucha, sino que reacciona al diálogo emocional.

Es esto lo que afirma la ciencia médica: Que las células que defienden el organismo tienen puntos concretos de recepción de neuropéptidos, las sustancias que produce el cerebro con cada pensamiento.

Y que la respuesta de esas células a los gérmenes patógenos varía dependiendo de que se fortalezca, se debilite o deje de funcionar totalmente a causa de esas sustancias.  

Todo lo que pensamos tiene consecuencias físicas.
 

 
 
                           
                                      Así que…
 
                           ¡Piensa Positivamente!
 
 
 

domingo, 11 de octubre de 2015

Plátanos: ¿Verdes o maduros?

Los plátanos son una fuente rica en hidratos de carbono, lo que los hace una de las mejores fuentes de energía vegetal para nuestro cuerpo. Su riqueza en azúcar se ve compensada por su bajo contenido de grasas y su alto contenido de fibras, que ayuda a regular la absorción de los azúcares.

Esta fruta se caracteriza por aportar sensación de saciedad y ser una fuente significativa de potasio. El potasio estimula la eliminación de líquidos retenidos en el organismo y también es esencial en el tratamiento de enfermedades como la hipertensión, la gota y enfermedades reumáticas.

Cada 100 gramos de plátano nos aportan 90 calorías, lo que los convierte en la fruta que más calorías contiene. Sin embargo, comerlos en porciones moderadas es ideal para aprovechar todos sus beneficios y mantener el peso equilibrado sin que su consumo sea un problema.

Su delicioso sabor dulce está acompañado de importantes vitaminas como la C, que ayuda a fortalecer el sistema inmune y la B-6, que es clave para que nuestro organismo cree nuevas células.

Los plátanos mejoran la circulación, previenen lo calambres musculares, son buenos para combatir la depresión, disminuyen los niveles de colesterol malo, son buenos para la piel y el cabello y también estimulan la digestión. Son muchas las razones para añadir plátanos con más frecuencia en nuestra dieta.
 
 
¿Cuál es la forma más saludable de comerlos, verdes o maduros?

El punto de madurez ideal de los plátanos depende de los gustos de cada persona, pues hay quienes los prefieren cuando están todavía verdosos, así como hay quienes los disfrutan más cuando están completamente maduros. Pero más allá de los gustos, es importante saber que el valor nutricional de los plátanos cambia a medida que van madurando.

Todos sabemos que cuanto más maduros los plátanos, más dulces se ponen. Esto se debe a que las enzimas que contienen se van convirtiendo en almidón, y a medida que la fruta madura, este almidón se va convirtiendo en mono y disacáridos como sacarosa, glucosa y fructosa (azúcares simples). Es precisamente cuando el almidón se convierte en azúcar simple que el plátano madura y es más fácil de digerir.

Sin embargo, diversos estudios han encontrado que, al madurar los plátanos pierden parte de sus vitaminas y minerales.

Por otro lado, un reciente estudio encontró que cuando el plátano se madura también produce varios antioxidantes y propiedades anticancerígenas que pueden beneficiar de múltiples formas a nuestro organismo. Cuando el plátano está completamente amarillo y con manchas oscuras produce una sustancia llamada TNF (factor de necrosis tumoral), que tiene la capacidad de combatir las células malignas. El estudio pudo concluir que, cuanto más maduros los plátanos, más efectivos y beneficiosos son para luchar contra el cáncer. Así mismo, los investigadores también encontraron que los plátanos amarillos y bien maduros son 8 veces más efectivos en el fortalecimiento del sistema inmunológico, en comparación con cuando están verdes.

Por lo tanto, para la mayoría de personas es más conveniente consumir los plátanos cuando están completamente maduros, especialmente bien amarillos y con manchas en su cáscara.

Las personas que sufren de diabetes, están en riesgo de sufrir esta enfermedad o, simplemente, quieren evitar un incremento rápido en sus niveles de azúcar, pueden incluir plátanos en su dieta, pero cuando aún estén verdosos.
 

¿Cuándo no es conveniente comer plátanos?

Los expertos recomiendan suprimir de la dieta los plátanos cuando se sufren problemas de insuficiencia hepática o insuficiencia renal. En estos casos es mejor consultar al médico antes de consumir cualquier porción de plátanos.


A tener en cuenta:

Por su delicioso sabor los plátanos pueden incluirse en diferentes recetas, pero lo mejor es consumirlos crudos para aprovechar al 100% todos sus beneficios.

Se debe evitar guardar los plátanos en el refrigerador ya que éste puede hacer que pierdan su sabor y muchas de sus propiedades.

Una vez pelados se deben consumir de inmediato, ya que se estropean fácilmente.