Quien en su vida no se ha tropezado alguna vez con esa persona que, sin apenas conocerte, intenta hacerte ver que es más sano y mejora las relaciones en pareja hacer cosas por separado; sobre todo si tú tienes pareja y encima te va fenomenal.
El primer comentario te descoloca, y le dices que tu pareja y tú no sois siameses, que nos gustan cosas diferentes y no nos privamos de ello. Eso es lo bueno.
Ya cuando van insistiendo te vas preparando para reaccionar, pero de una manera elegante y para que no se note que piensas: " ¿Pero, tú de qué vas?" "¿Te sientes más way por ir de independiente?" "Yo sigo siendo una persona independiente pero con pareja".
Conforme avanza la conversación intentas hacerles ver que cada uno se lo monta como quiere y que mientras no se haga daño a nadie se respeta todo. Pero ellos insisten, porque el motivo de la conversación no es otro que hacerte ver que tu vida en pareja es muy encorsetada y aburrida, con falta de alicientes y que ellos son super felices.
Vuelven a la carga más pronto que tarde y ya tus formas elegantes se pierden y les dices: "A lo mejor tú necesitas algo que no has disfrutado antes cuando tenías edad para hacerlo y ahora quieres aprovechar el tiempo perdido". "Yo, después de pasármelo de puta madre y comprobar que no es fácil encontrar a la persona adecuada para compartir tu vida; una vez que la he encontrado, lo estoy disfrutando al máximo y sé quien quiero que sea el padre de mis hijos". Y como esto lo dices ya con la vena del cuello algo tensa, te dicen: "Bueno, estamos charlando, no te enfades". Y con una sonrisa le digo: "Es que no entiendo ese afán, de alguien que no me conoce, queriéndome mostrar que mi vida comparada con la suya es muy triste".
Esto fue en una cena con amigos y esta era una agregada. Ni que decir tiene que la cena nos la jodió, pues las reuniones con amigos para comer siempre han sido motivo de risas y conversaciones agradables, y en este caso no se habló de otra cosa.
No pasó mucho tiempo cuando, sin preguntar, supe que esta persona estaba casada y se había separado. Se enteró de que su marido, en esas salidas por separado, se la estaba pegando con otra.
La vida es muy curiosa, más pronto das lecciones a los demás de algo, y aquello de lo que presumes te estalla en las narices.
Para algunos superar complejos o situaciones es hacer de menos al que tiene al lado, y claro, estas actitudes pasan factura.
Jamás me alegro del mal ajeno, ni tampoco me gusta alardear de nada; pues la vida nos da lecciones continuamente y va poniendo a cada uno en su sitio con el tiempo.
Vive y deja vivir. Respeta e intenta hacer feliz a los que tienes a tu alrededor, porque es lo que te vas a llevar.
