miércoles, 20 de agosto de 2014

Cuidado con el Triclosán

Este producto químico, que está presente en muchos artículos de higiene, puede afectar a la función muscular, cardíaca e interrumpir la actividad de la hormona reproductiva.
 
El triclosán se encuentra comúnmente en productos antibacterianos de cuidado personal, como jabones, desodorantes, enjuagues bucales o pastas de dientes; así como en ropa de cama, alfombras, juguetes, y bolsas de basura.

En 1998, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos estimó que, anualmente, se producen más de 454.000 kilos de triclosán en los Estados Unidos, y que el producto químico es detectable en las vías fluviales y en organismos acuáticos (desde las algas a los delfines); así como en la orina humana, la sangre, y la leche materna.
 
Según el investigador Isaac Pessah, profesor y director del Departamento de Biociencias Moleculares en la Universidad de California, en Davis: "Los nuevos hallazgos proporcionan una fuerte evidencia de que este producto químico es motivo de preocupación para la salud humana y para el medio ambiente".

Los investigadores realizaron varios experimentos para evaluar los efectos del triclosán en la actividad muscular, utilizando dosis similares a las que las personas y los animales pueden estar expuestos durante la vida cotidiana. En el laboratorio, el triclosán afectó a la capacidad de contraerse de las células del músculo cardíaco y las fibras musculares.
 
Nipavan Chiamvimonvat, profesor de Medicina Cardiovascular de la Universidad de California, en Davis, afirma: "Los efectos del triclosán en la función cardíaca son realmente dramáticos". Los ratones experimentaron además una reducción del 18 por ciento en la fuerza de agarre durante 60 minutos, después de haber recibido una dosis única de triclosán (la fuerza de agarre es una medida ampliamente utilizada de la fuerza de la extremidad del ratón, empleada para investigar los efectos de las drogas y los trastornos neuromusculares). El experto añade que: "A pesar de que el triclosán no está regulado como medicamento, este compuesto actúa como un potente depresor cardíaco en nuestros modelos".

Bruce Hammock, profesor en el Departamento de Entomología de la Universidad de California, en Davis dice: "Nos sorprendimos por el alto grado en que se vio afectada la actividad muscular en organismos muy diferentes; tanto en el músculo cardíaco como en el esquelético".
 
Aunque el triclosán se desarrolló por primera vez para prevenir infecciones bacterianas en los hospitales, su uso se ha generalizado en los productos antibacterianos usados en el hogar. Sin embargo, según la Food and Drug Administration (FDA), aunque también se usa en algunos dentífricos para prevenir la gingivitis, no hay evidencia de que el triclosán ofrezca beneficios para la salud, o que los jabones antibacterianos con este producto sean más eficaces que el jabón regular.

 
 

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