La
física cuántica es la rama de la
física que estudia el comportamiento de la materia cuando las dimensiones de
ésta son tan pequeñas, en torno a 1.000 átomos, que empiezan a notarse efectos
como la imposibilidad de conocer con exactitud la posición de una partícula, o
su energía, o conocer simultáneamente su posición y velocidad, sin afectar a la
propia partícula.
Surgió a lo largo de la primera
mitad del siglo XX en respuesta a los problemas que no podían ser resueltos por
medio de la física clásica.
La física cuántica presenta dos pilares fundamentales; las partículas
intercambian energía o "paquetes" en múltiplos enteros llamados quantum
(literalmente cantidad) de energía. Y en segundo lugar la posición de una
partícula se define por la descripción de la probabilidad de que aquella
partícula se sitúe en esa posición y en ese mismo instante. De hecho el nombre
de la disciplina se debe al intercambio de estos paquetes discretos en términos
energéticos, lo que genialmente Einstein resolvió en su trabajo sobre el efecto
fotoeléctrico, sentando las bases teóricas de lo que es hoy esta área de la
física.
La física cuántica tiene aplicaciones principalmente a nivel atómico y nuclear. Pero también sus principios son utilizados en ámbitos tan diversos como la electrónica, en tecnología y aparatos médicos (radiología, cirugía láser), criptología, astronomía, entre muchos otros más. Para estudiar la materia a estas escalas se utilizan grandes aceleradores de partículas, en donde los físicos realizan sus experimentos produciendo colisiones de partículas elementales a alta velocidad.
La física cuántica tiene aplicaciones principalmente a nivel atómico y nuclear. Pero también sus principios son utilizados en ámbitos tan diversos como la electrónica, en tecnología y aparatos médicos (radiología, cirugía láser), criptología, astronomía, entre muchos otros más. Para estudiar la materia a estas escalas se utilizan grandes aceleradores de partículas, en donde los físicos realizan sus experimentos produciendo colisiones de partículas elementales a alta velocidad.
La
teleportación de los estados cuánticos es una de las aplicaciones más
innovadoras de la probabilidad cuántica, si bien parecen existir limitaciones
importantes a lo que se puede conseguir en principio con dichas técnicas. En
2001, un equipo suizo logró teleportar un fotón una distancia de 2 km,
posteriormente, uno austriaco logró hacerlo con un rayo de luz (conjunto de
fotones) a una distancia de 600 m., y lo último ha sido teleportar un átomo, que
ya posee masa, a 5 micras de distancia.
Pongo un video relativo al tema.
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