sábado, 1 de noviembre de 2014

La factura de la luz en España

Lo que esta ocurriendo en este país con la factura eléctrica supera todo lo impensable. 

Las compañías eléctricas han pasado de un oligopolio a un monopolio estructurado por UNESA como Asociación Española de la Industria Eléctrica, todo disfrazado de un libre mercado cuando fingen que los precios se fijan en una subasta en la que concurren los mismos que pujan para vender y para comprar electricidad.

Se monta el teatrillo y los precios se aplican al unísono, se distribuyen el mercado español por zonas.  La puerta giratoria, de la política al consejo de administración de una compañía eléctrica, ha reciclado a 77 políticos de todos los partidos con mando contando ex presidentes de gobierno.

La tomadura de pelo es de tal magnitud que por algún sitio tiene que reventar.

Vamos a resumir el negocio del siglo que ha representado la privatización de las compañías eléctricas en el que han participado tanto el PSOE y el PP:

Lo que tenía que haber sido una concesión por unos años, se les ha dado en bandeja de plata un mercado de clientes atrapados, que si quieren energía eléctrica tienen que claudicar a lo que se les diga.
 
Si echamos la vista atrás lo que ocurre con las eléctricas es espeluznante, veamos por ejemplo ENDESA, una eléctrica pública que se privatizó y por los dimes y diretes de los intereses del mercado financiero fue a parar en manos de ENEL, la empresa pública italiana con el 92% de las acciones y un 8% en Bolsa. O sea,  se privatiza Endesa para acabar en manos de la empresa publica italiana que le importa un huevo y parte del otro los sufridos españoles.
 
El ministro del ramo, José Manuel Soria, declaró públicamente en el mes de julio que el precio de la luz subiría en los dos últimos trimestres del año. (¿Como sabe los precios que se fijarán en subasta?) No obstante Soria ha reconocido que España tiene la electricidad más cara de Europa y lo achaca a que: “los ingresos del sistema eléctrico han sido insuficientes para hacer frente a los costes del sistema”.

Resulta que estos costes que encarecen la factura de la luz son costes reconocidos ¿Qué quiere decir esto? Pues nuestros políticos, los mismos de la puerta giratoria, facultan a las compañías eléctricas a que apliquen los costes que les convengan, sean los que sean se les reconocerá como válidos. A esta mamarrachada se la califica como costes reconocidos. Parece increíble pero es verdad. Cuando en el Congreso de los Diputados, a iniciativa de la izquierda, se pidió que los costes de las eléctricas se auditaran para que no nos dieran gato por liebre, una inmensa mayoría denegó la propuesta (¡300 de los 323 diputados presentes en el Congreso de los Diputados en representación del pueblo español paralizaron la propuesta de una auditoría energética!).

Sigamos con las mentiras del ministro de Industria, Energía y Turismo: “Todos estos costes se han disparado en los últimos diez años y los ingresos han sido inferiores a lo previsto”. ¿Por qué Soria no explica que los costes están reconocidos y se acaba con esta farsa? Porque son los mismos perros con distinto collar.

El pecado capital de las eléctricas es la súper dimensión de generar 105.000 megavatios cuando no se llegan a consumir ni 40.000. ¿Quién les ha mandado sobredimensionar las instalaciones casi tres veces más que la demanda? Tienen asumido que, cuando meten la pata sus amos, ellos les sacan del problema remitiendo el desaguisado al bolsillo de los atrapados consumidores sea de electricidad como de gas. La prueba la tenemos en la resolución del Consejo de Ministros de salvar, a toda urgencia, el fallido proyecto Castor trasladando el coste (más de 4.700 millones de euros con intereses) a la factura del gas.

Es un expolio al bolsillo de los españoles que no puede quedar así.




Fuente: http://ataquealpoder.wordpress.com/

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