sábado, 12 de julio de 2014

La masacre de Gaza

¿Cuándo se va a condenar la barbarie genocida que está perpetrando el Estado de Israel contra un pueblo que no tiene ni Estado, ni ejército, ni lugar donde esconderse?
 
Vemos como cadenas de televisión asisten en silencio a las atrocidades que el Ejército israelí está cometiendo.
 
Van cuatro días de ataques y el saldo es un centenar de muertos; casi todos civiles desarmados (Palestina no tiene ejército). De ellos, dos docenas son niños. Otra docena, ancianos. Más de medio millar de heridos. Hospitales colapsados. Médicos desesperados. Puestos de la Media Luna Roja que no son refugio, sino objetivo militar. Hospitales como el de El-Wafa sobre los que se disparan misiles “de aviso” para obligar a evacuarlos. Vehículos identificados como prensa atacados. Periodistas como Hamdy Shebab asesinados en su coche, a pesar de lucir el distintivo de corresponsal. Bombardeos constantes. Humo y cascotes. Carreras, gritos y llantos. Sangre y olor a carne quemada. Cuerpos abrasados y miembros amputados. Dolor y rabia. Y terror, mucho terror.

"Operación Margen Protector" es el nombre con que Israel ha bautizado esta locura criminal.
 
Y por encima de todo esto, unos medios de desinformación que ocultan, trivializan o ignoran la barbarie:
"Pánico en Israel por los diez mil cohetes de Hamas", titula La Razón en una de sus portadas. "Israel y Hamás intercambian cohetes"; según El País. Unos aterrorizan con cohetes que provocan estrés y los otros se defienden con misiles que matan.
 
No es un conflicto por mucho que se empeñen los medios oficiales. Tampoco es una guerra; son asesinatos. Crímenes contra la Humanidad que en algún momento y lugar alguien deberá juzgar y condenar. Son actos terroristas en el más estricto sentido de la palabra, pues lo que buscan es sembrar el terror y perpetuar el odio. Es el choque desigual entre una población desarmada sin vías de escape y uno de los ejércitos más poderosos y mejor entrenados del mundo. Y cuando el infanticidio se vuelve demasiado evidente, el Estado israelí habla de "error". Según los militares israelíes, la familia Kaware, que perdió hace poco a ocho de sus miembros; todos ellos no combatientes, fue advertida del ataque aéreo para que abandonaran su casa, pero "regresaron demasiado pronto".


Los medios; los oficiales, callan, esconden o tergiversan. Esta misma semana, los grupos popular y socialdemócrata del Parlamento Europeo impusieron su veto mayoritario para bloquear una declaración de condena. 
 
Vergüenza que nos represente gente que se mueve por todo tipo de intereses menos los humanitarios y de que se conviertan en cómplices, por rehúsan hacer una condena oficial y pública que obligue a Israel a detener la matanza.
 
 
 
 

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