sábado, 26 de diciembre de 2015

Cuidado con abusar del ibuprofeno

Médicos y farmacéuticos alertan de que las dosis superiores a 400 miligramos por toma favorecen la aparición de dolencias gástricas, renales e ictus.

La alerta sanitaria no se limita al ibuprofeno, sino que se extiende también al paracetamol, es decir al otro de los dos analgésicos más populares entre los usuarios. "Los medicamentos no dejan de ser más que venenos que tomamos en pequeñas dosis", explica de manera gráfica Juan del Arco, director del Centro de Información del Medicamento de Bizkaia. "Cualquier cosa que tomamos por la boca tiene sus efectos secundarios. Lo que se busca es que tanto los profesionales sanitarios como los usuarios se conciencien de que debe tomarse siempre la dosis menor que resulte efectiva", detalla el especialista. "Cuanto menos, mejor", insiste.
 

"Una solución inteligente para consumir las píldoras de 600 miligramos de ibuprofeno (o las de 1.000 de paracetamol) que tenemos en casa consiste en partirlas en dos pedazos y tomar sólo uno", explica el director del Centro de Información del Medicamento de Bizkaia, Juan Del Arco. En el primero de los casos, si la dosis resultante (de 300 miligramos) consigue el efecto deseado; por ejemplo que se pase el dolor de cabeza,, ya no se necesitará una segunda toma. La que se haga de este modo será incluso menor de la máxima dosis recomendada.

Si pasadas dos o tres horas la jaqueca regresa, añade el especialista, bastaría con tomarse la otra mitad de la pastilla. "De esta manera, habríamos aliviado nuestro dolor y, al mismo tiempo, estaríamos protegiendo el estómago, que no se vería en la necesidad de tener que hacer frente a la asimilación de 600 miligramos de golpe".

La solución adoptada sería incluso mejor si se lograra mantener esa dosis de 300 miligramos a lo largo de la jornada para hacer un consumo total de 900 o de 1.200, que sería lo máximo recomendado. El perjuicio gastrointestinal no se evita con esa cantidad de medicamento, pero sí se previenen los efectos adversos más temidos, que son los cardiovasculares. "Lo ideal es recurrir siempre a la dosis más baja y durante el menor tiempo posible", recomienda el especialista.

Ibuprofeno y paracetamol son dos fármacos muy parecidos, que se utilizan frecuentemente en combinación frente a la gripe y los catarros más fuertes, aunque tienen sus pequeñas diferencias. Uno y otro poseen un alto poder analgésico, lo que les convierte en herramientas muy útiles para combatir dolores de cabeza, menstruales y de tipo muscular. Al ibuprofeno le caracteriza su capacidad antiinflamatoria. Eso le convierte en un fármaco ideal frente a la irritación de garganta y la artritis. El paracetamol tiene, en cambio, poder para combatir los síntomas de la fiebre. De ahí, que se utilice como ingrediente en otros medicamentos.






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